Embrace

Una calle que recorro de rodillas
que se pliega para que todo
se haga cuesta arriba.
Lágrimas que desecho
con el dolor que me castiga
como fusta que sostiene el viento.
Padecimiento, soledad,
autocompasión fingida.
Pena, abatimiento,
dolor de huesos
con el alma podrida.
Hoy es un día de mierda,
que me pesa y me castiga.
Qué llegue la noche y me duerma.
Que me estruje su abrazo
y me rompa en pedazos
para recomponerme
con el calor de su cuerpo.
Sin condiciones, en silencio,
sin reproches ni tiempos muertos.
Y descargar sobre su hombro
las lágrimas que ahora escondo.

Sólo necesito un abrazo.

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