Muerte empapada

Al mediodía oscuridad, fin del mundo.
Monótona lluvia que empapa mi alma
resbala por la Calle Tristeza inundándola.
Ahora mismo, yo ya no soy yo,
ni quisiera volver a serlo,
prefiero mil veces sentir el puñal
que se agarra a mi corazón
y que con las dos manos retuerzo.
Llorando descubro mi escondrijo
mostrándome ante los ojos de Dios.
Considero las opciones que me muestra:
morir en un momento ypsilon,
hacerlo lento pero sin sufrimiento,
o hacerlo con el mayor dolor posible.
Y una que es la peor de todas
vivir como hasta ahora lo vengo haciendo.
Pero ¿cómo vivir solo si no sé hacerlo?
Prefiero morir ahora, que lentamente de tristeza,
agonía insoportable como la mayor pena.
Pena me doy y mi vida entera.

Al mediodía una fina luz,
se acabó la vida.
Tranquilo tránsito que exhala mi aliento
tirado en el suelo de la triste callejuela.
Adiós para siempre, ya me voy,
donde nada queda.

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