No leas esto

Quizás cada día me siente debajo de un árbol
y abra un libro con mil historias. (¿Qué leo?)
Nada bueno. Eso es lo que dicen los sabios,
los relamidos editores del pasado anquilosado.
Lee eso, lee lo otro, y sobre todo no leas esto.
(¿Qué quieren decir con esto?)
(¿Por qué no leer esto que es más cercano
que tener que leer lo que llaman eso otro?)
Será que yo ya no entiendo o que mi gusto,
del siglo veintiuno, está totalmente atrofiado.
Para escribir algo decente, dice un senil editor,
antes tienes que haber leído más de mil libros,
y todos ellos, sigue diciendo, de hace al menos
dos siglos. - Y yo me descojono por no llorar.-
Hay que ser paleto para leer algo moderno
y tener poca clase para decir qué es bueno.
(¿Dónde se ha visto que un libro diga coca-cola
y no diga un refresco? Eso es una ordinariez.)
A lo que luego añadirán que es innecesario.
Y así voy aprendiendo a no decir lo que pienso,
y a andarme con rodeos para no decir sexo,
o pepsi, johnnie walker, coño, polla, puta, o pedo.
(¿Será que los políticos nunca leen nada nuevo?)

A mí me podrán criticar lo que quieran porque,
la verdad, me la pela. Yo seguiré leyendo
lo que me gusta y me llega, lo que sea,
de quien sea, y ya sea en prosa o en verso.
Y de momento (será porque acepto mi tiempo)
seguiré escribiendo como yo lo siento.

(¿Y si Cervantes viviera? ¿Qué haría?)

No hay comentarios:

Publicar un comentario