Todo el año es otoño si de mi cuerpo ya no cuelga nada.
Me hundo en lo más hondo de tu inmortal boca ciega de palabras.
Me quiso el tiempo y tu ausencia.
Ya no te gusto desde que no soy lo que era.
Eres la musa que escribió mis palabras.
Pero me ignoras y decapitas como a la mala yerba.
Fuiste mía unos segundos que serán años en mi memoria.
Te has ido lejos y no creo que nunca vuelvas.
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