Ha empezado un año y me parece
que es un año ya pasado.
Yo no sé si el futuro es represivo
si la tendencia es prohibir todo,
si la gente ahora es mi enemiga,
y si el sistema nos ha podrido.
Una colilla en el suelo es mi condena
y una amable vieja me mira y me denuncia.
(Me cago en la vieja, el Ministerio y la multa)
En el paro la fila llega a la esquina
y en la tele un empanado dice que este año,
sí que sí, vamos a salir de ésta. (Puto iluminado)
En el bar sólo hay gente en la puerta
y el camarero en la barra desando poner un café.
El coche me pide gasolina y yo grito de dolor.
Compro algo y pago el IVA.
Cobro algo y Hacienda es mi amiga.
Cotizo algo y me repasan toda la vida.
Pido algo y ni de coña, no hay dinero.
Y el Sistema me dice que lo gane yo,
y que cuanto más gane mejor para todos
porque así pagaré más impuestos,
cotizaré por dos, y cuando me toque,
cobraré por medio. ¿Te gusta? Te jodes.
Y ya de paso nos prohíben los vicios,
y los que no, nos los colman de impuestos,
y los que sí “es por la salud de todos”
y así vamos menos al médico,
ahorramos dinero en sanidad,
vivimos muchísimo más (donde va a parar)
por lo que no estaría mal esperar dos años
para poderte jubilar y seguir cotizando
y así el Sistema continuar ingresando,
para después, poder pagarte mucho menos.
Este año, lo que quiero lo tengo claro.
Queridos Reyes Magos: que por favor
los imbéciles, inútiles, mediocres,
ignorantes, necios, lelos, zoquetes,
y mentirosos gobernantes nos devuelvan
la dignidad y libertad que nos han robado.
Gracias.
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