Un día de Marzo

Hace un momento,
yo,
un hombre, quizá,
de pie, a la sombra de Dios,
públicamente,
en un lugar hundido
dentro del mundo
conquistado por el hombre,
al contemplar tu rostro
regado por la felicidad,
he representado en el aire limpio de este día
la palabra:
amor

La he dicho para siempre.
Para todos, también.
Yo la he abrazado,
la he elegido entre otras muchas,
la he empujado con mi aliento,
y la he lanzado,
palabra o razón,
de nuevo al aire,
al sol,
hoy.

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