No habrá paz

Por la mañana siempre es temprano.
Nunca parece que es demasiado tarde.
El sol sigue su ciclo iluminando el valle
que se extiende sobre un lienzo
descubriendo la vista de pájaro.
La ventana es una frontera a veces difícil de traspasar.

Al mediodía aparecen los hombres
que sentados almuerzan por obligación.
Adivinar quién dirige la escena
es sólo una cuestión de estandartes.
Caballos, armaduras, lanzas
y sobre el cielo una inscripción
que anuncia cuál será el final.

Cae el sol cubriéndose de sangre
elevando la mirada sobre el horizonte.
Torres, pirámides y templos
antes se erigieron del mismo modo.
La muerte es la obra del hombre
sobre aquel valle obra de dios.
Alejandro Magno un instrumento más.

Siglos más tarde será Napoleón
quien sentando en su váter observará
impertérrito el lienzo, mientras aprieta
para poder cagar sobre miles de valles más.

Hoy “Paz” sigue siendo una palabra poética
que se escribe sobre un rollo de papel higiénico.

No hay comentarios:

Publicar un comentario